Es esencial una buena preparación del suelo antes de plantar, mantener el pH entre 5.2 y 6.3, buen desarrollo radicular y buena disponibilidad de nutrientes. Por eso es importante balancear los cationes del suelo en esta fase. Una buena nutrición es importante para asegurar que se pueda sacar el potencial productivo de los cafetales.
El Nitrógeno es esencial para un desarrollo vegetal fuerte y para mantener un buen tamaño del grano para rendimientos altos. La importancia del Nitrógeno en el cultivo del Café se ha confirmado por muchos ensayos en las mayores zonas cafetaleras.
El Potasio promueve vigor, fomenta resistencia celular e incrementa la tolerancia del cafeto a las enfermedades y estrés por agua o heladas. También es importante respetar el equilibrio entre el consumo de Potasio y el Nitrógeno como niveles altos de ambos nutrientes son necesarios para un desarrollo óptimo.
El Fósforo es importante para el crecimiento y enraizamiento precoz, sobre todo en el vivero y al trasplantar, pero también para el llenado de los granos. Sobre todo durante fases de mucha demanda, aplicaciones foliares de Fósforo pueden incrementar el rendimiento del Café.
El Calcio se requiere para un buen desarrollo de raíces y follaje, para esforzar la estructura del arbusto y aumentar la productividad. El Calcio es necesario hasta terminar el llenado de los frutos.
Magnesio y Azufre tienen efecto positivo en el rendimiento del Café y el suministro no debe de ser factor limitante durante toda la temporada.
Zinc y Boro son particularmente importantes durante la floración para mejorar el cuajado y el potencial general de producción de Café. Mala disponibilidad de cualquier micronutriente restringirá el desarrollo del cafeto, sobre todo la parte productiva de las hojas, y reducirá la producción de Café.
Regresar la pulpa y desechos en forma de composta al cultivo, servirá como mantillo y conservará la humedad y también servirá como fuente de nutrientes.
Mantener buenas raíces y buen desarrollo, controlando plagas y enfermedades, usar buenas prácticas que aseguren una máxima producción y llenado de los frutos.
Es esencial podar los arbustos regularmente para hacer más gruesa la estructura y producir nuevos brotes con mayor número de frutos. A la misma vez, dejar aire entre cada planta es importante para asegurar madurez uniforme.