Principios agronómicos

El objetivo de cualquier agricultor es tener una alta productividad y calidad de sus productos y que responda a las necesidades del consumidor final. Existe un gran número de factores agronómicos que pueden influenciar tales objetivos. Muchos de ellos pueden ser controlados por los productores de acuerdo con las condiciones de clima y suelo.

Zonas climáticas

Trópicos

Los cítricos se desarrollan bien en regiones tropicales. Las naranjas dulces proliferan en tales regiones, pero la piel del fruto permanece verde-pálido y no desarrolla el color anaranjado característico debido a la falta de temperaturas más bajas en periodos próximos a la cosecha. Las naranjas dulces tienen un ciclo constante de floración y fructificación y hace que se vuelve más difícil distinguir los frutos maduros de los inmaduros. La caída de frutos durante la temporada es un problema con naranjas dulces cultivadas en los trópicos.

El cultivo de la toronja se restringe principalmente a los trópicos. Limas también se limitan a regiones tropicales y subtropicales húmedas y calientes.

Subtrópicos

En climas subtropicales con veranos calientes y húmedos e inviernos suaves, se producen frutos grandes, dulces con alta cantidad de jugo de buena calidad. Eso les haces ideales para uso industrial o consumo en fresco.

Naranjas dulces y mandarinas se cultivan predominantemente en las regiones subtropicales. Satsumas también se desarrollan mejor en climas subtropicales de clima más fresco.

Semitrópicos y mediterráneos

En climas semitropicales y mediterráneos, los frutos de cítricos presentan un color de la corteza más brillante y una textura más suave, además de una óptima mezcla de azucares y acidez para la producción de frutos frescos. Las naranjas Navel y Sanguina, igual que algunos tipos de limones, son predominantemente limitados a los climas mediterráneos.

cítricos verdes
 
Naranjas

Fisiologia y manipulación fisiológica

El crecimiento individual de frutos y el tamaño que ese fruto adquiere depende mucho de la salud y el vigor de las hojas más próximas al fruto. Cuanto mayor sea el número de hojas, mejor será la habilidad del árbol para aprovechar el agua y producir carbohidratos parra el llenado del fruto.

Por lo tanto, con la finalidad de producir una cosecha con frutas de tamaño parejo, es importante manipular la estructura del árbol para proveer hojas bien puestas, abundantes, bien iluminadas y activas. Con base en el árbol entero, la mejor relación hoja/flores para naranja es alrededor de 60:1 y aproximadamente 25:1 en satsumas.

Mientras riego y un manejo correcto de nutrientes puede asegurar un adecuado desarrollo del follaje, la mayoría de árboles necesitan podas y recortes para asegurar una relación óptima de flores/frutos y dejar que luz y aire puede moverse libremente por el árbol.

En un árbol sin podar, el crecimiento de frutos localizados en el interior de la masa foliar, normalmente es más lento que los frutos en las ramas exteriores. A demás, el tamaño potencial de los frutos normalmente se determina al final del cuajado de los frutos, y antes de la expansión de las células. Por eso es importante manipular la forma física del árbol antes de este periodo.

La poda tiene el objetivo

La poda tiene el objetivo de asegurar que los nutrientes estén disponibles para un número ideal de frutos bien posicionados. Ramas largas, finas, con pocas hojas y saliendo del interior del árbol deben de ser removidas en la poda. Esas ramas normalmente producen frutos que son 15% más pequeños y con 40% menos peso que las ramas fuertes con gran volumen foliar. La poda también proporciona mayor flujo de luz y aire al interior del árbol.

Aplicaciones durante el invierno de fito-hormonas, tales como ácido giberélico (GA), reducen la formación de flores y también aumenta las inflorescencias con muchas hojas. Aplicaciones de fito-hormonas en el periodo de verano aumentan la resistencia de la corteza contra creasing y pitting.

Auxinas se usan para aclareo de los frutos menores y aumentar la relación hojas/flor. No obstante, puede causar reducción en el rendimiento de jugo y una granulación precoz del fruto. Como alternativa, un aclareo manual de frutos verdes después de la floración prevendrá sobrecarga de la planta.

Anillar, que consiste en hacer cortes alrededor de las ramas usando un cuchillo durante la floración, ayuda a aumentar el cuajado por manipular el flujo de savia.

Una vez manipulado, el árbol necesita un correcto manejo nutricional para obtener todos los beneficios y generar un cultivo sano y parejo.

Tipos de suelo y manejo

El cultivo de cítricos se produce en diversos tipos de suelo, variando de arenosos a arcillosos con diferentes capacidades de almacenamiento de agua, condiciones de drenaje y necesidades de riego.

El suelo ideal para los cítricos debe ser bien estructurado, con buen drenaje que permite una aireación adecuada de los raíces, para minimizar los problemas de enfermedades radiculares.

Los árboles de cítricos poseen un sistema radicular de poca profundidad que se concentra bajo el perfil vegetal de la planta. Se dañan con facilidad con arado o mal manejo hidráulico.

El crecimiento radicular ocurre cuando las temperaturas del suelo estén entre 12 y 35°C, y el crecimiento más intenso ocurre entre 25 y 30°C.

Suelos con bajo contenido de materia orgánica son frecuentemente pobres en nutrientes, principalmente nitrógeno y azufre. Un contenido bajo en materia orgánica puede también causar impacto en la estructura del suelo. En suelos compactados, la aireación puede ser restringida, afectando así el desarrollo radicular, la extracción de nutrientes y desarrollo del cultivo en general.

Los niveles de materia orgánica pueden ser mejorados por medio de aplicación de residuos orgánicos, o cultivando leguminosas o gramíneas para cubrir el suelo. Esta práctica, dejando los residuos como cobertor, puede también ayudar en mejorar la estructura del suelo, su capacidad de almacenamiento de agua y controlar su temperatura.

La cultura de cítricos prefiere suelos bien drenados con pH de 5,5 a 7,0 y salinidad baja. Las cosechas pueden ser reducidas hasta la mitad cuando el pH baja a 4,5.

Efecto de aumento en pH sobre rendimiento en cítricos
La influencia del pH del suelo en la disponibilidad de nutrientes

El pH del suelo puede variar entre e,5 y 9,0 y eso tiene gran impacto en la disponibilidad de los nutrientes. Valores extremos deben de ser ajustados cuando posible.

Con valores bajos de pH, las plantas pueden ser perjudicadas por toxicidad provocada por iones de aluminio y metales pesado igual que disponibilidad restringida de fósforo. Bajo condiciones de pH más altas que 7,5, la disponibilidad de nutrientes puede ser restringida, sobre todo de nitrógeno y micronutrientes, a pesar de que cantidades altas de estos nutrientes estén presentes en el suelo.

El encalado puede corregir valores de pH bajos e indeseables. La cal dolomítica agrega magnesio al suelo. En suelos con abundancia de calcio, puede restringirse la disponibilidad de potasio y magnesio. Durante periodos de crecimiento activo, suelos ricos en Ca pueden no suministrar suficiente Ca para satisfacer las necesidades de la planta. En suelos salinos (pH alto y altos niveles de NaCl), o suelos sódicos, la disponibilidad de calcio también se restringe.

En situaciones cuando el pH del suelo es demasiado alto o demasiado bajo, provocando un bloqueo de nutrientes (frecuentemente los micronutrientes) del suelo, aplicaciones foliares de estos nutrientes asegurarán una respuesta rápida en árboles y prevendrán restricciones en crecimiento.

Portainjerto

Los portainjertos difieren en sensibilidad a condiciones específicas como acidez del suelo, estrés salino/hidráulico y enfermedades. También influyen en absorción de nutrientes igual que tamaño de fruto y calidad del injerto escogido. No existe el portainjerto perfecto. Por ejemplo, un portainjerto vigoroso como el limón áspero es altamente susceptible a las heladas.

Portainjertos de naranja ácida son adecuados para suelos alcalinos y salinos (Texas, EEUU), Limón áspero tiene excelente tolerancia a sequía (Africa, Australia), Poncirus trifoliata (naranjo esepinoso) está bien adaptado a climas más frios y suelos ácidos (Japón) etc. Diversos portainjertos pueden ser usados en la misma huerta de cítricos para combinar con los diferentes tipos de suelo o de su pendiente o aspecto. Asesoría local es esencial para asegurar el mejor portainjerto para determinada situación. La selección del portainjerto adecuado a las condiciones climáticas y del suelo es esencial para tener una buena producción de cítricos.

Manejo del agua

El manejo correcto de agua es un factor crítico para obtener altos rendimientos en cítricos, como las plantas son muy sensibles al estrés hídrico. Riego es esencial en áreas semi-áridas y áridas, y se practica cada vez más en zonas tropicales y subtropicales húmedos. Por otro lado, un encharcamiento de solo tres días en condiciones de altas temperaturas, puede resultar en muerte radicular y perdida de follaje.

Arboles de cítricos en tierras mal drenadas, incluyendo suelos arenosos con poca profundidad, tienen pocas hojas, están atrofiados y son poco productivos. Bajo estas condiciones, las infecciones de Phytophtora spp. y Pythtium spp. pueden subir a niveles que pueden causar la muerte en invernaderos y huertas jóvenes.

Regadío naranjos

Phytophtora también puede ser un problema en huertas viejas provocando un declive lento del vigor del árbol. En general, un árbol de cítricos maduro necesita 300-1000 mm de agua por año para reponer todo el volumen perdido en la evapotranspiración. Las tasas menores aplican para mandarinas tempranas y las tasas más altas para limones y naranjas tardías.

La cantidad de agua varía de acuerdo con el clima. En un clima mediterráneo, la cantidad de agua varía entre 300-750 mm, y en climas tropicales el rango es de 50 a 100mm. El uso de riego debe tener el objetivo de asegurar que las deficiencias hídricas del suelo locales no sean excedidos. No se debe permitir que los suelos permanezcan con menos de la mitad de su capacidad de almacenamiento hídrico.

En suelos salinos, el riego es necesario para lixiviar sales acumulados y minimizar el estrés salino por medio de frecuentes irrigaciones. Es importante tener cuidado si el agua utilizada tiene contenido calcáreo o es de pH alto, como puede afectar la extracción de nutrientes. La acidificación del agua puede ayudar en esas situaciones. Un buen drenaje por medio del uso de camas de plantación levantadas o instalar un sistema de drenaje viable, asegurará una producción óptima de cítricos.

El fertirriego suministra nutrientes en la zona húmeda y las raíces extraen los nutrientes en esa área restringida. A través del suministro constante de agua y nutrientes en esas zonas, la eficiencia de la absorción de nutrientes aumenta.

Protección fitosanitaria

La competencia con las malas hierbas es más importante en plantaciones jóvenes y el control normalmente se hace aplicando pesticidas. Corte mecánico y cultivo de la tierra (pero no tal que dañe las raíces) también se practica. Problemas de plagas incluyen ácaros, áfidos, minadores de hojas, otros insectos y nemátodos, que se alimentan de las raíces, troncos, hojas y frutos de cítricos. Muchos precisan ser controlados por medio del uso de pesticidas cuando las populaciones llegan a niveles de daño económico.

Los ácaros de los botones de flores, la araña roja y la roya pueden dañar la fruta, los trips pueden causar lesiones en la corteza, y la mosca de la fruta se alimenta de la pulpa de los frutos. Cochinillas también reducen la eficiencia foliar y la apariencia de los frutos. Por tanto, un control eficiente de plagas es particularmente importante para minimizar el deterioro de diversas características de calidad.

Bacterias, hongos y virus pueden afectar en manera significativa la producción y la calidad. La mayoría de los problemas de podredumbre post cosecha se deben a infestaciones de hongos, y muchos otros tipos de hongos producen manchas en los frutos. Enfermedades virales ya han sido responsables por severas pérdidas de árboles en épocas anteriores.

Naranja en el árbol
 
infección cítricos