Un manejo correcto de nitrógeno debe incluir aplicaciones de precisión usando equipos adecuadamente calibrados, en donde la dosis de nitrógeno se ajusta en función del contenido del nutriente en el suelo, que dependerá del tipo de suelo, desechos orgánicos, uso de estiércol o la historia previa del campo. Una dosis óptima de nitrógeno permite obtener una maduración pareja y uniforme.
Demasiado nitrógeno prolonga el período de maduración y da como resultado un cultivo con tendencia al vuelco. Otros factores que pueden influir en el vuelco son el momento de aplicación del nitrógeno y la dosis. Aplicaciones de nitrógeno tempranas y a altas dosis estimulan el macollaje.